Einstein y sus nacionalidades
-Si mis teorías hubieran resultado falsas, los estadounidenses dirían que yo era un físico suizo; los suizos, que era un científico alemán; y los alemanes que era un astrónomo judío.
Sin intervención divina
Cuando Pierre Simón Laplace presentó a Napoleón su voluminosa obraTratado de mecánica celeste, se desarrolló entre ambos el siguiente intercambio de opiniones:
-Monsieur Laplace, me cuentan que ha escrito este gran libro sobre el sistema del universo sin haber mencionado ni una sola vez a su creador.
– Sire, nunca he necesitado esa hipótesis.
El tercer hombre
En los años 30, un entrevistador comentó al astrónomo y físico Arthur Eddington lo siguiente:
–He oído que usted es una de las tres personas en el mundo que entiende la teoría de la relatividad general
Al oír esto, Eddington puso cara de sorpresa. Cuando el entrevistador le preguntó la razón de su extrañeza, el físico inglés respondió:
–Estoy tratando de pensar quién puede ser la tercera persona
Einstein y cómo se fríe un huevo
Einstein le contestó:
– ¿Me puede Ud. explicar cómo se fríe un huevo?
El periodista lo miró extrañado y contestó:
-Pues, sí, sí que puedo.
A lo cual Einstein replicó:
-Bueno, pues hágalo, pero imaginando que yo no sé lo que es un huevo, ni una sartén, ni el aceite, ni el fuego.
Conversación en clave
Ésta fue la conversación:
–El navegante italiano encontró el Nuevo Mundo
–¿Y cómo halló a los nativos?
–Muy amigables
Oppenheimer, Dirac y la poesía
-Me han contado que escribes poesía. No puedo entender cómo alguien que trabaja en los límites de la física puede simultanear su trabajo con la poesía que representa una actividad en el polo opuesto. Cuando trabajas en ciencia tienes que escribir sobre cosas que nadie sabe con palabras que todo el mundo sea capaz de entender. Al escribir poesía estas limitado a decir… algo que todo el mundo sabe con palabras que nadie entiende.
Vacas, orejas y virginidad
-¿Así pues, usted argumenta que si cortamos una oreja a una vaca, a su descendencia y así sucesivamente, tarde o temprano nacerán vacas desorejadas?
-Sí, es correcto.
-Entonces señor Lysenko, ¿cómo me explica que sigan naciendo vírgenes?
El fundidor de medallas
Perseguido por los nazis, el físico danés Niels Bohr, antes de abandonar su país natal, disolvió en agua regia (una mezcla de ácido nítrico y clorhídrico) las medallas de oro concedidas con el Premio Nobel que le habían confiado sus colegas Max von Laue y James Franck.
Escondió la botella con el metal fundido en un anaquel de su laboratorio de Copenhague y, al acabar la guerra, Bohr mandó el oro a la Academia Sueca y allí volvieron a refundir las medallas de los físicos.
¿Trabajas o piensas?
Una tarde, el profesor se dirigió al alumno aplicado y le preguntó:
-¿También trabajas por las mañanas?
-Sí señor- respondió todo ilusionado.
-Pero entonces ¿cuándo piensas?- espetó el profesor
Buena memoria
-Profesor Einstein, cuando tiene una idea original, ¿qué hace? ¿La anota en un cuaderno o en una hoja suelta?
-Cuando tengo una idea original no se me olvida- respondió el físico
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